Menos mal que con los rifles no se matan las palabras

martes, 22 de marzo de 2011

Guerras y exilio. Una España desoladora

Cambiamos de tema totalmente, y al principio me costó mucho entender que habíamos cambiado ya que Mari Carmen no dijo que empezábamos un nuevo movimiento literario y yo no ligué cabos.

Me pareció una clase muy triste, ya que la verdad es que la situación que vivía España en ese momento era realmente pésima, y cada vez que imagino esa situación pienso en mi abuela y en lo mal que debía pasarlo exiliada en Francia con sus hermanos, siendo ella la mayor y la más responsable. La verdad es que me gusta pensar en mi abuela, ya que es un ejemplo a seguir y a admirar no sólo por mí sino por todas la mujeres españolas que han luchado alguna vez por nuestros derechos.

Nos situamos en el 1940, cuando España acaba de salir de la guerra civil y empieza la II Guerra Mundial.
La guerra Civil fue realmente un drama horroroso. Ya no solamente por todas las infraestructuras rotas, bombardeadas y las ciudades reducidas a escombros, sino por el drama moral que supone que la gente de una misma familia se enfrenten entre ellos o haya muertes entre amigos por miedo a morir o por tener que defender unos ideales en los que no creen.

Por eso en 1940, justo antes de empezar la II Guerra mundial, hay una tarea de reconstrucción física del país, ya que mucha gente se había quedado sin casa. Aunque es una tarea ardua y difícil, todavía lo es más la reconstrucción moral, ya que hay vencedores y vencidos, y estos últimos, si habían tenido implicación política tenían que exiliarse si no querían morir.
El hecho de que todo el mundo conociera a todo el mundo dificultaba más las cosas, ya que aquellos que no se habían implicado en la guerra pero tenían afinidad republicana tenían problemas para subsistir. Había una gran represión, y algún personaje importante, como Manuel de Falla huyó por miedo a los bombardeos y a la represión y se exilió fuera del país. Otros simplemente no soportaban el régimen fascista, por lo que también se exiliaron.

Había tanta represión que las cárceles se llenaron y tenían que usar otras infraestructuras como las plazas de toros para encerrar a los presos o a los detenidos, muchos de los cuales terminaban muriendo en prisión o condenados a la pena de muerte.

Toda esta represión junto con el miedo a ser encarcelado obligó a todos aquellos con ideales próximos a los republicanos tener que exiliarse, entre los cuales había muchos de nuestros intelectuales.

Aunque este exilio fue un florecimiento para países como México, que acogió a todos los intelectuales españoles exiliados y con ellos venía una cultura y un saber nuevos que hicieron crecer al país culturalmente hablando, para España fue una gran pena ya que perdimos gran parte de nuestra cultura. Aún así no todos marcharon. También había intelectuales de derechas, católicos, y otros que no quisieron posicionarse (como Baroja, aunque este hizo su pequeña rebelión al no querer ser enterrado en la iglesia).

Así pues, podemos decir que el exilio diezmó enormemente el panorama intelectual y cultural del país.

resumiendo todo lo que he estado explicando hasta ahora, se pueden clasificar las razones por las que la gente se exiliaba en 3 grupos:
  • Eran republicanos que rechazaban el sistema fascista y no querían vivir en él.
  • Miedo de la Segunda Guerra Mundial
  • Miedo a ser asesinados por los fascistas.

Cuando en el 41 empezó la Segunda Guerra Mundial el panorama en España era totalmente desolador tanto intelectualmente hablando como físicamente.
Había problemas de distribución de alimentos y estos se repartían mediante cartillas de racionamiento, que hacían que las familias pasasen hambre.

La represión obligó a censurar muchas cosas, entre ellas la literatura que se vivía en ese momento, que hacía una crítica social comprometida, realista, de la situación por la que pasaba España.

Como siempre, imaginarme el paisaje de ese momento de la historia y darme cuenta de que no nos queda tan lejos me hijo estremecer.

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