Menos mal que con los rifles no se matan las palabras

miércoles, 16 de febrero de 2011

Autores de la Generación del 27

En la entrada anterior comenté que tan sólo había 10 poetas representativos de la generación del 27. Cuando Mari Carmen nos hizo buscar poemas de dicha generación, me gustaron tanto que quise profundizar más en el tema, así que ampliaré un poco la información sobre sus vidas y pondré un par de ejemplos de sus obras.
Adjunto aquí un link de una web muy útil con una amplia selección de todos los poetas importantes españoles:


Jorge Guillén
Nació en Valladolid el 18 de enero de 1893. Era muy amigo de Pedro Salinas, y se alojó en la residencia de estudiantes de Madrid mientras estudiaba Filosofía y Letras en la misma ciudad.
Se casó con Germaine Cahen, y viajó y trabajó en muchos países europeos ejerciendo como profesor.
Se incorporó tardíamente en el mundo literario: no publicó nada hasta los 35 años y muchos lo consideran el discípulos directo de Juan Ramón Jiménez.
Un año antes de morir le galardonaron como Hijo Predilecto de Andalucía y unos años antes recibió el premio Cervantes y el Premio Internacional Alfonso Reyes.

Amor dormido

Dormías, los brazos me tendiste y por sorpresa
rodeaste mi insomnio. ¿Apartabas así
la noche desvelada, bajo la luna presa?
tu soñar me envolvía, soñado me sentí.


Pedro Salinas

Nació en Madrid en 1891 y falleció en Boston en 1951.
Estudió Derecho y Filosofía y Letras, y se casó con Margarita Bonmartí botella, a quien escribió una carta de amor cada día, recogidas posteriormente en "cartas de amor a Margarita" por su hija Soledad. Tuvo un romance con una estudiante estadounidense, que inspiró a algunas de sus obras más importantes, que duró 15 años. Fue profesor en las universidades de Sorbona y Cambridge y conferencista en varias Universidades de América donde se trasladó en 1936, al empezar la Guerra Civil.

De su obra poética se destacan, «Presagios», «Razón de amor» y «Largo lamento»

Presagios

Cuánto rato te he mirado
sin mirarte a ti, en la imagen
exacta e inaccesible
que te traiciona el espejo!
«Bésame», dices. Te beso,
y mientras te beso pienso
en lo fríos que serán
tus labios en el espejo.
«Toda el alma para ti»,
murmuras, pero en el pecho
siento un vacío que sólo
me lo llenará ese alma
que no me das.
El alma que se recata
con disfraz de claridades
en tu forma del espejo.


Rafael Alberti

Nació el 16 de diciembre de 1902 en una familia italiana, y tuvo una infancia feliz y despreocupada hasta que le ingresaron en el internado del puerto de Cadiz, donde recibía una estricta educación tradicional. Fue expulsado de allí y en 1917 su familia se trasladó a Madrid, donde Rafael quiso demostrar sus dotes com pintor captando muy bien la tendencia vanguardista del momento. 3 años más tarde, en 1920, murió su padre, y fue ante el cuerpo muerto de su progenitor que Alberti escribió sus primeros versos.

Se retiró durante una temporada por culpa de una enfermedad pulmonar, y al volver a Madrid empezó a frecuentar la Residencia de Estudiantes.

Se afilió con el partido Comunista durante la dictadura de Primo de Rivera, y, al estallar la Guerra Civil, se hizo miembro de la Alianza de Intelectuales Antifascistas, y tras la derrota republicana, tuvo que exiliarse a París y más tarde a Buenos Aires. No volvió a España hasta la muerte de Franco y obtuvo el premio Cervantes en 1983.

Para él, la poesía era una arma de combate, y hizo versos que se llevaron hasta el frente de las batallas como gritos de esperanza.

Murió el 28 de octubre de 1999, en su pueblo natal.

Si mi voz muriera en tierra...

Si mi voz muriera en tierra
llevadla al nivel del mar
y dejadla en la ribera.
Llevadla al nivel del mar
y nombradla capitana
de un blanco bajel de guerra.
Oh mi voz condecorada
con la insignia marinera:
sobre el corazón un ancla
y sobre el ancla una estrella
y sobre la estrella el viento
y sobre el viento una vela!


Dámaso Alonso

Nació en Madrid el 3 de octubre de 1898 y se licenció en Derecho y Filosofía y Letras en la capital, donde frecuentó la Residencia de Estudiantes. Enseñó en Oxford dos años y luego fue catedrático de la Universidad de Valencia y posteriormente de Filología Románica en la Universidad de Madrid.

Su principal aportación es toda la actividad filológica que hizo durante sus años de vida. Fue crítico, editor de clásicos, antólogo y traductor.

En 1948 fue elegido miembro de la Real Academia de la Historia y recibió el premio Cervantes en 1978.

Murió en Madrid en 1990.

Burla

Por las praderas hondas,
avizor y azoradas
-oh ciervas en huída-
las ideas se escapan

con tan ligeros pies,
que si se abate el rayo,
raptor del alto cielo,
no encuentra más que campo:

paréntesis de cauce,
asomos de colina,
árbol agudo, huella
de pie veloz: sonrisa.


Gerardo Diego

Nació el 3 de octubre de 1896 en Santander, donde estudió la carrera de Filosofía y Letras, para luego doctorarse en Madrid.

En 1925 obtuvo el premio Nacional de Literatura, y se casó en 1934. Trabajó como poeta pero también como crítico musical y dio conferencias por todo el mundo.

Cuando estalló la guerra civil, al contrario que la mayoría de sus compañeros, tomó partido de la banda nacionalista, escribiendo incluso poemas políticos en defensa de los voluntarios falangistas de la división azul. En 1947 le hicieron miembro de la RAE y el 1979 se le concedió el premio Cervantes.

Murió el 8 de julio de 1987 en Madrid.

Adentro, más adentro...

Adentro, más adentro,
hasta encontrar en mí todas las cosas.
Afuera, más afuera,
hasta llegar a ti en todas las cosas.

secreto panteísmo.
Mi oración es así.
Tú estás en todo
y todo en mí


Luís Cernuda

Nació en Sevilla el 21 de septiembre de 1902. Ya de muy pequeño empezó a escribir versos, y empezó a estudiar Derecho en la universidad de la ciudad, que terminó en 1926.

Conoció a los de la generación del 27 siendo él muy pequeño, y publicó por primera vez en la Revista de Occidente. Estuvo muy influenciado por los surrealistas franceses. Después de la muerte de su madre se trasladó a París.

De vuelta a Madrid, colaboró con las misiones pedagógicas y más tarde se trasladó al Reino Unido, donde ejerció como conferenciante y profesor.

En 1947 se exilió en América, donde ejerció como profesor en una escuela para señoritas en Masachussetts, y cinco años más tarde se traslada a México, donde muere en 1963 después de varios viajes a los EEUU.

Era homosexual y nunca escondió su condición.

Si el hombre pudiera decir lo que ama...

Si el hombre pudiera decir lo que ama,
si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo
como una nube en la luz;
si como muros que se derrumban,
para saludar la verdad erguida en medio,
pudiera derrumbar su cuerpo,
dejando sólo la verdad de su amor,
la verdad de sí mismo,
que no se llama gloria, fortuna o ambición,
sino amor o deseo,
yo sería aquel que imaginaba;
aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos
proclama ante los hombres la verdad ignorada,
la verdad de su amor verdadero.

Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien
cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío;
alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina
por quien el día y la noche son para mí lo que quiera,
y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu
como leños perdidos que el mar anega o levanta
libremente, con la libertad del amor,
la única libertad que me exalta,
la única libertad por que muero.

Tú justificas mi existencia:
si no te conozco, no he vivido;
si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.


Vicente Aleixandre

Nació en Sevilla el 26 de abril de 1898 en una familia de la burguesía española, aunque pasó su infancia en Málaga. Se trasladó a Madrid para estudiar Derecho y Comercio, licenciándose en 1919.

Dos años antes había conocido a Antonio Machado, Rubén Darío y Juan Ramón Jiménez, que le inculcaron su pasión por la poesía, aunque no publicó nada hasta 1926, cuando tenía 28 años.

En 1934 recibió el Premio nacional de Literatura, y fue Nobel de Literatura en 1977.

Aunque era homosexual, ocultó su condición para no herir a su familia y, aún y siendo de izquierdas, se quedó en España al estallar la guerra civil.

Murió en Madrid el 13 de diciembre de 1984.


Sin fe

Tienes ojos oscuros.
Brillos allí que oscuridad prometen.
Ah, cuán cierta es tu noche,
cuán incierta mi duda.
Miro al fondo la luz, y creo a solas.

A solas pues que existes.
Existir es vivir con ciencia a ciegas.
Pues oscura te acercas
y en mis ojos más luces
siéntense sin mirar que en ellos brillen.

No brillan, pues supieron.
saber es alentar con los ojos abiertos.
¿Dudar...? Quien duda existe. Sólo morir es ciencia.


Manuel Altolaguirre

Nació en Málaga el 29 de junio de 1905, aunque se trasladó a Granada para estudiar Derecho, carrera que nunca ejerció.

Se casó con Concha Méndez, con quien siempre estuvo unido, y con quien publicó la mayoría de sus poesías (junto a Emilio Prados) en la revista fundada por ellos mismos, Litoral. Se exiliaron a París, luego a Cuba y finalmente a México, donde escribió un guión de cine que consiguió premio a mejor argumento en el Festival de Cannes, y a partir de ahí se dedicó al cine.

Volvió a España para presentar una de sus nuevas películas y falleció en Burgos en 26 de julio de 1959 en un accidente de tráfico.

Amor

Mi forma inerte grande como un mundo
no tiene noche alrededor ni día
pero tiniebla y claridad por dentro
hacen que yo, que tú, vivamos.
Mares y cielos de mi sangre tuya
navegamos los dos. No me despiertes.
No te despiertes, no, sueña la vida.
Yo también pienso en mí cuando te sueño
y robo al tiempo todas mis edades
para poblar mis íntimas moradas
y acompañarte siempre, siempre, siempre.


también del mismo poeta trabajamos un poema suyo en clase que me gustó especialmente:

Desnudo

El cielo de tu tacto
amarillo cubría
el oculto jardín
de pasión y de música.
Altas yedras de sangre
abrazaban tus huesos.
La caricia del alma
-brisa en temblor- movía
todo lo que tú eras.
¡Qué crepúsculo bello
de rubor y cansancio
era tu piel! Estabas
como un astro sin brillo,
recibiendo del sol
la luz de tu contorno.
Sólo bajo tus pies era de noche.
Eres cárcel de música
de la música presa,
que intentaba escapar
en cada gesto tuyo,
pero que no podía salir
y se asomaba como un niño
a los cristales de tus ojos claros.


Emilio Prados

Nació en Málaga el 4 de marzo de 1899, y se trasladó a los quince años al grupo de niños de la Residencia de Estudiantes de Madrid, y más tarde al grupo universitario, donde recibió mucha influencia vanguardista y entabla amistad con el grupo del 27.

Continuó su formación en Berlín, Friburgo y París, donde conoció importantes pintores como Pablo Picasso.

Fundó la revista litoral junto al matrimonio Altoaguirre y trabajó como editor de prensa de la generación del 27.

Al estallar la guerra civil entró a formar parte de la Alianza de Intelectuales Antifascistas y colaboró con tareas humanitarias. Recibió el premio de Literatura Nacional en 1938 y después de marchó a Barcelona, aunque tuvo que exiliarse a París y más tarde a México, donde residió hasta su muerte, el 24 de abril de 1962.

Canción para los ojos

Lo que yo quiero saber
es dónde estoy...
Dónde estuve,
sé que nunca lo sabré.
Adónde voy ya lo sé...

Dónde estuve,
dónde voy,
dónde estoy
quiero saber,
pues abierto sobre el aire,
muerto, no sabré que, soy vivo,
lo que quise ser.

Hoy lo quisiera yo ver;
no mañana:
¡Hoy!


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